Vestido Royal

Un lunes más mi niña tiene modelazo para enseñaros, el VESTIDO ROYAL.

No es un vestido nuevo, se lo cosí allá por el mes de diciembre, pero por unas cosas o por otras no había fotos decentes con rellenito.

Se trata del modelo 136 de la revista Burda Style de octubre de 2016. Cuando salió la revista no hubo ningún modelo que me llamara especialmente la atención, ni para mí ni para la niña, pero fue verle un conjunto de caperucita millenial a la modista de Atenea y FLECHAZO. Culo veo culo quiero. Hasta que conseguí los patrones no paré (muchas gracias por tu ayuda Sol, tengo que ver con otros ojos tus reseñas para que no me vuelva a pasar esto, que se me había escapado el modelo).

A mí me gustaba en gris, como venía en la revista, pero a mi niña no le hace mucha gracia ese color y como ya le había hecho una chaqueta gris este invierno pues no quise insistir demasiado. Inicié mi búsqueda de la tela ideal entre telas de sudadera acolchada. Menos mal que no la encontré porque si no, después de mis experiencias con esas telas de las cuales os hablé la semana pasada cuando os enseñé la falda de bambis, el vestido seguiría sin terminar.

La tela ganadora fue el pique acolchado royal rosa de Base Básica, que también podéis encontrar online en Ratucos. Me llevé una sorpresa con esta tela. A simple vista no se parece a ningún piqué que haya visto antes, ni cosido, claro. Y al tacto tampoco. Me encanta.

El vestido se cose en un abrir y cerrar de ojos, no tiene dificultad, salvo el dobladillo que es en curva y no me gustan nada estos dobladillos, nunca me quedan bien. Siempre hay alguna arruguita o pequeño pliegue traicionero que me recuerda que tengo que practicar estos dobladillos. ¿Algún consejo?

El vestido va forrado por completo con una batista rosa y lleva snaps de corazón para cerrar los tirantes.

Aparte de estos corazoncitos creo que lo mejor del vestido es el bolsillo. Ya veis que no soy la única en casa a la que le encantan los bolsillos.

Este vestido fue el primer éxito de la temporada. Por él recibí el primer no me gusta, mami, me encaaaaaanta. Nada más verlo terminado me preguntó para quién era y al decirle que era para ella lo siguiente que oí fue ¿y puedo llevarlo mañana al cole?. Exitazo.

La capa del conjunto se quedó en la lista de proyectos pendientes. Tengo la tela en casa, pero cuando me disponía a meter tijera me dio por pensar. Conclusión: no podía forrar la capa también con batista, iba a quedar demasiado fría para el invierno, había que buscar un pelito o similar que abrigara. Así que las tijeras de vuelta a su estuche y nueva búsqueda de telas. Cuando di justo con lo que mi mente había imaginado pasé por un pequeño bajón costuril y como no me puse con la capa en ese momento se quedó si hacer. Ahora ya queda para el próximo invierno. No sé si será capa finalmente o cambiaré por abrigo, pero algo haré seguro.

Para la sesión de fotos aprovechamos una visita a la Fundación Sales que tiene unos jardines preciosos que merece mucho mucho mucho la pena visitar. Tal como dicen en su web es:

Un romántico y exótico emplazamiento que conforma un peculiar jardín, lleno de rincones y refugios para el cuerpo y el espíritu.

Tienen un montón de especies tanto terrestres como acuáticas entre las que destaca Victoria, el nenufar gifante. Además de ser un lugar que merece la pena visitar simpelmente para pasear por sus jardines, también organizan cursos y talleres muy interesantes sobre poda, reproducción de plantas, jardinería acuática, .... y tienen campamentos y actividades para los pequeños de la casa.

¿Volamos?

El día de las fotos brillaba Lorenzo en el cielo y con tanto sol no se aprecia muy bien el color de la tela, parece mucho más claro de lo que es en realidad.

Enlazado con: The Really Crafty Link Party #63

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