Hoy le toca el turno al jubón gris que le hice a Hugo. Éste es uno de esos jubones de los que tuve que hacer dos veces. Lo hice siguiendo las explicaciones de una revista y me fijé bien en el tipo de lana, el grosor de las agujas, y todas esas cosas que hay que ver antes de empezar una labor. Hasta me leí la explicación completa antes de empezar, cosa poco habitual en mí. Creo que hice todo lo que hay que hacer menos la muestra de orientación para corroborar las medidas.
El jubón va hecho de una pieza empezado por el cuello y lleva en el bajo una puntilla tejida aparte. Los puntos se van aumentando en la sisa formando la manga ranglan. En las prendas de bebé es habitual ver el ranglan con calados. En este caso el calado no es recto sino que va haciendo un dibujo como de puntas de flecha. Este tipo de manga es ideal para las prendas infantiles porque da un poco más de margen en el uso de la prenda. Con las mangas pegadas, en cuanto el niño crece ya no le va la costura a su sitio en el hombro y no queda bien la prenda, pero con la manga ranglan esto no pasa y se pueden aprovechar un poquito más chaquetas y jerseys.
Cuando empecé el jubón monté el número de puntos que indicaban las instrucciones y fui tejiendo siguiendo la explicación al pie de la letra. Al llegar a la mitad del cuerpo ya estaba mosqueada porque me parecía muy grande para ser un jubón de primera puesta como decía la revista. Además, si seguía tejiendo así no me iba a llegar la lana y nunca me había pasado que con un ovillo de lana de bebé no me llegara para hacer un jubón de primera puesta en punto bobo. Así que opté por deshacer todo lo que llevaba y volver a empezar.
Antes de deshacer tomé medidas a lo que tenía hecho, que me sirvió de "muestra de orientación". No sé si conocéis la expresión "Dios castiga sin palo y sin piedra", pues creo que esta muestra de orientación taaaaan grande me sirvió de castigo divino, jajajajaja, por no haberla hecho al principio.
Con estas medidas rehice yo a mi manera la explicación para el jubón y volví a empezar. Cuando ya tenía el jubón listo me puse con la puntilla. La explicación es muy sencilla:
Se montan 7 puntos y se trabajan de la siguiente forma siempre con punto del derecho:
- 1ª vuelta: 3p, aumento, 2p juntos, aumento, 2p
- 2ª vuelta: 4p, aumento, 2p juntos, aumento, 2p
- 3ª vuelta 5p, aumento, 2p juntos, aumento, 2p
Al volver en esta tercera vuelta se cierran 3 puntos y el resto se trabajan normal así te vuelves a quedar con 7 puntos. Se repiten estas 3 vueltas tantas veces como sea necesario hasta conseguir la longitud que haga falta.
La clave está en la frase "hasta conseguir la longitud que haga falta". Si no medí media docena de veces no medí ninguna y aun así, cuando me puse a coser la puntilla al jubón me di cuenta de que ¡¡¡me había quedado corta!!! Pero, ¡¿cómo era posible?!, si medí varias veces. Está visto que no medí bien. A lo mejor fue porque tenía el jubón en una aguja de recoger puntos y aunque es grande no debí estirarlo suficientemente bien. Y ahí llegó mi dilema, ¿qué hago ahora? ¿levanto toda la costura, deshago la puntilla y la vuelvo a hacer? Esta fue mi primera intención pero al deshacer un poco vi que se me iban a escapar los puntos del jubón porque no estaba rematado. Dejé los puntos sin cerrar para coser la puntilla con la técnica de la puntada atrás. Desistí de desmontar todo y opté por remontar puntos en el final de la puntilla y tejer desde ahí otro trozo para completar la longitud del contorno del jubón. No queda un remate tan limpio como si la puntilla fuera entera, pero es un trozo relativamente pequeño que queda en la espalda.
Además, no conseguí una unión limpia entre la puntilla y el jubón. Está claro que este jubón ya estaba gafado desde el principio. No es la primera vez que hago este tipo de unión y normalmente me queda bien, pero se ve que esta vez no estaban los astros alineados para mí. Para disimular estos fallitos le hice un rematito de ganchillo con perlé blanco encima de la costura.
El jubón de la revista llevaba unas flores rococó bordadas en el pecho, pero después de todos los contratiempos sufridos, y puesto que las flores rococó no las tengo muy dominadas ya no se las puse. De todas formas, el remate en blanco del cuello, las mangas y la costura de la puntilla ya le da un toque de color para romper el gris.
Este jubón queda muy bien combinado con el faldón que le hice a Hugo poniendo en la cintura un lazo gris. Y también con la ranita del estampado en tonos grises que os enseñé hace unos días. Aunque la ranita es un poco más grande, no es talla recién nacido.
La verdad es que aunque el jubón no quedó perfecto las fotos no le hacen justicia, se ve muy soso y apagado. En "persona" se ve mejor.
EDITADO. Han pasado ya dos años desde que hice este jubón. Es una de las primeras prendas de punto que publiqué en el blog. No es una de mis mejores labores, pero a día de hoy es una de las entradas que más visitas recibe y sobre la que más consultas recibo. No publiqué el patrón porque no es libre, lo saqué de una revista de Oso Blanco. Este modelo aparece, con algunas variaciones, en dos números de la revista Oso blanco Especial Bebés, el 62 y el 75. Podéis ver las portadas de estas revistas AQUÍ. Además, si os gusta este jubón y queréis hacerlo podéis encontrar las explicaciones de uno muy parecido sino igual en el blog "Emilia y sus labores".
Espero que os haya gustado.
como se hace el modelo a partir de la particion para las mangas?
ResponderEliminarEl cuero se teje de una pieza, delantero y espaldas, haciendo el mismo calado del ranglan debajo de la sisa. Queda también muy bonito con el cuerpo liso y el calado sólo en el ranglan.
EliminarEstoy empezando a hacerlo, espero que me salga bien. La verdad que es precioso.
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